Si alguna vez dudas que mi corazon te pertenece, toca mi pecho y sentiras como se acelera con tu toque.

Si alguna vez dudas que solo tengo ojos para ti, miralos y se testigo de como brillan cuando te admiran.

Si alguna vez dudas que solo pienso en ti, espera que me duerma y escucha como solo tu nombre sale de mis labios

Si alguna vez dudas que nunca he sentido lo que siento por ti, pasa el dia conmigo y veras como mi forma de ser cambia totalmente a tu lado.

Si alguna vez dudas cuando te digo que soy tu esclavo, ordename hacer la locura mas grande del mundo y lo hare sin dudar.

Si alguna vez dudas que moriria por ti, clavame un puñal en mi corazon y solo encontraras amor mientras la luz se va de mis ojos.

Si alguna vez dudas que te amo...

Vete de mi lado y se testigo de como las ganas de vivir me abandonan.



-La decisión esta tomada Ardathel- fueron las palabras de la máxima autoridad de mi mundo, el mundo de la luz. -Tu castigo sera el despojo de tus alas y hasta que no aprendas el significado de sacrificio no las recuperaras- y todo porque dije que el ángel que se sacrifico por salvar a su protegido había sido un imbécil. Dos guardianes me desataron del trono y me llevaron a una cámara que estaba sumida en total oscuridad (una rareza en mi mundo).
-Sabia que si pedía el suficiente tiempo y con la suficiente fe este día llegaría, al fin saldrás de aquí- Ángel rencoroso, uno se burla de un ángel llamado Ángel y de pronto se convierte un enemigo publico.
-Ángel por favor, no muestres ese tipo de emociones que no traen nada bueno a nuestro mundo- el aludido asintió pero la satisfacción en su rostro no desapareció. Me tiraron en el suelo y comenzaron a recitar, lo hacían en total sincronía al punto que parecían una sola voz. Una luz llego desde el frente y lleno toda la habitación, mis ojos tardaron un buen rato en acostumbrarse.
-¿que es eso?- les pregunte asombrado por lo que veía, no es que no estuviera acostumbrado a ver el mundo de los humanos desde los cielos, pero la vista que tenia ahora era mas maravillosa.
-es increíble que una vista así se le de a lo que te esta a punto de pasarte-
-¿que quieres decir?-
-Esta es la cámara de desnaturalización o en pocas palabras, donde se te quitan tus alas-
-y que tiene que ver eso con el mundo de los humanos- Ángel soltó una risotada, si que estaba disfrutando. Se acerco a mi oído y su susurro envió escalofríos por todo mi cuerpo.
-Solo a la raza angelical se le permite vivir aquí y como son las alas que te identifican como uno...- dejo la frase inconclusa, seguramente para disfrutar de mi expresión cuando cayera en cuenta a que se estaba refiriendo. Pero no le di el gusto.
-ya veo- le respondí lo mas frió que pude. -¿como funciona esto?-
-Te lanzamos y vemos con satisfacción como te son arrancadas las alas de una manera dolorosa- no les iba a dar el gusto.
-No gracias, yo puedo ir solo- me solté de su agarre, me levante y camine hacia lo que parecía la entrada. Parecía que estuviera viajando a toda velocidad en uno de esos aparatos que los humanos llamaban aviones, las nubes pasaban a tal velocidad que se volvían un borrón blanco que a su vez dejaban un rastro de escarcha azul a su paso lo que daba una vista muy hermosa de la creación. Sentía la mirada de los guardianes en mi nuca, cerré los ojos, tome la bocanada de aire mas profunda que hubiera tomado.
-Si no puedes, felizmente te daré un empujón-
-No gracias- di un paso adelante pero fui empujado por dos manos en el nacimiento de mis alas
-Que tengas un buen viaje- la cara de satisfacción de Ángel no tenia comparación. Fui golpeando las nubes en mi caída, unos minutos después sentí el peor dolor de mi vida (y siendo un ángel exterminador había conocido bastantes dolores luchando contra demonios y otras criaturas).

Daba vueltas una y otra vez, solo así pude ver que mis alas habían comenzado a ser arrancadas, una por una, haciendo el insoportable dolor lo mas duradero posible. Cuando solo me quedaban la mitad de mis plumas, la velocidad de caída aumento y con ella, la velocidad del arranque de mis plumas, cerré los ojos esperando caer en algún lugar liquido, ya que a esa velocidad un sitio de tierra seria la peor opción. Abrí los ojos, solo para cerrarlos de nuevo, me di la vuelta para caer de espaldas al ver cual seria mi lugar de aterrizaje pero olvide eso cuando lo ultimo que quedaba de mis alas (los nacimientos) era arrancado con mas fuerza que mis plumas, deje salir un grito que fue silenciado con el golpe contra la tierra húmeda, todo el aire fue expulsado de mis recién estrenados pulmones.

Abrí los ojos como pude y trate de levantarme pero volví al suelo y cerré los ojos cayendo en la inconsciencia.