Demonios Internos VI
Objetivo


Desde una ventana de las casas abandonadas Remigras observaba todo el espectáculo. La camioneta donde viajaban los cazadores y su objetivo estaba dejando de dar vueltas, nadie moriría allí, de eso se aseguraría él. La muerte de los demás estaba a cargo de sus demonios y su objetivo debía llegar con vida a sus manos. Loredas estaba de pie en medio de la carretera donde el auto ahora reposaba destrozado, los poderes que le había dado estaban dando resultados. Loredas no era más que un alma torturada recién convertida en demonio cuando lo encontró para que jugara un papel en su plan, ahora era capaz de destrozar bienes humanos con solo mover su mano.

El primer cazador salió de debajo de la camioneta. Remigras sonrió. El espectáculo estaba por comenzar. No era ninguno de los Ross, así que su interés por él era mínimo, pero era el primero en salir y quería ver qué hacía. El cazador atacó de frente a Loredas y en menos de un minuto estaba en el suelo. El poder de premonición había probado ser más útil de lo que hubiese pensado, era lo que estaba haciendo que su experimento más prometedor estuviese cerca de conseguir un sujeto de pruebas. Claro, que no todo era perfecto, y allí era que quería observar a los cazadores en acción. Loredas tenía un impresionante poder, sí, pero que tenía una desventaja que, en manos correctas, sería el cuchillo al cuello del demonio. Él no advirtió a Loredas al respecto ¿Cuál sería la diversión entonces?

Jared se retorció en su asiento. Armán había salido a hacerles algo de tiempo pero no lo estaban aprovechando. Tomás estaba en la misma situación que él en el asiento delantero y ni la sacerdotisa ni Jarek estaban conscientes. Eso en parte aumentaba la desesperación de Jared. Tomó uno de sus cuchillos y cortó su cinturón, el de la sacerdotisa y el de Tomás. Ambos salieron a ayudar a Armán, Jared se acercó a su hermano inconsciente y con cuidado cortó su cinturón, poco a poco lo tomó en brazos.

-¡Jarek! No es momento para estar dormido ¡despierta!- Avanzar por el ya estrecho espacio se hacía imposible llevándolo. Y por como sonaba la batalla afuera no quería estar dentro por mucho más tiempo. Tomás y Armán gritaban con tanta intensidad que no sabía si los estaban matando o ellos estaban masacrando el cuerpo del demonio. Un horrible sonido metálico opacó a todos los demás, Jared se aferró al cuerpo de su hermano y cerró los ojos cuando todo a su alrededor comenzó a estremecerse. Al Jared abrir los ojos la mitad de la camioneta ya no existía y la mitad en que ellos estaban había sido lanzada a cien metros, y el panorama afuera no era nada agradable. Los gritos de los cazadores no eran por ira o pasión, sino por frustración. Por cada movimiento que ellos hacían, el demonio hacía dos, uno para bloquear y otro para golpear. Era como ver a un adulto jugar con niños.

-Jared- Hasta ese momento, Jared no sabía que estaba aguantando el aire. Lo dejó salir todo y golpeó a su hermano en el hombro.

-¡¿Por qué fue eso?!- Jared señaló a la pelea.

-Por hacerme perder eso al tener que cuidarte- Jarek sonrió y sacó uno de sus revólveres.

-Permíteme compensar- Apuntó y disparó. El demonio cayó al asfalto gritando de dolor. Los cazadores y la sacerdotisa voltearon. Los gemelos salieron de los restos de la camioneta se pusieron de pie. La cara de asombro de todos hacía a Jared reir. Su hermano tenía la mejor puntería y alcance registrados en toda la historia del clan. Pasaba dos horas diarias practicando y manteniendo su destreza con las armas.

-Jared, te toca- Jared echó a correr hacia donde había caído el demonio. Su hermano era bueno con las armas de fuego, él prefería algo más directo. De los costados sacó un par de cuchillos, pasó a los cazadores y sacerdotisa, brincó hacia el demonio…y hasta ahí llegó. El golpe en el estomago dolió más que todas las vueltas dentro de la camioneta, sentía la presión de la sangre en su cara y alrededor de sus ojos. El demonio estaba de pie, sonriendo, viéndolo con esos ojos llenos de negro que borraba iris, pupila y esclerótica. La fuerza del golpe lo envió más allá de donde estaban los cazadores. Antes de caer, Jared le lanzó uno de los cuchillos pero el demonio lo atrapó.


Remigras soltó una carcajada. Eso estaba resultando muy divertido. Aplaudió a Loredas por hacer creer que la bala le había dado. Estaba satisfecho, los Ross dieron una pequeña probada de sus extraordinarias capacidades y él no podía esperar a tener lo que quería.

-Un poco más, pequeños. Un poco más y quizás tengan una oportunidad para vencer

Los cuatro cazadores atacaron juntos mientras la sacerdotisa se quedaba atrás. Estaba reuniendo energía, Remigras podría sentirlo, y desde donde estaba podía matarla, no tomaría mucho trabajo, pero eso eventualmente sucedería así que no había razón para adelantarse. Remigras se comunicó con Loredas.

-La sacerdotisa intentará algo, Loredas. Reagrúpate antes de que tu tiempo se acabe- El demonio derribó a todos los cazadores, hizo un asentamiento con la cabeza casi imperceptible y echó a correr hacia la casa.


-¡Párenlo!- gritó la sacerdotisa, pero era muy tarde, el demonio ya estaba demasiado lejos. Los cazadores se agruparon alrededor de ella. A cada uno le dedicó una mirada asesina.

-Necesitaré algo de tiempo para recuperar esta cantidad de energía.

-¿Qué energí…- Antes de que Jarek pudiese terminar sintió una corriente por todo el cuerpo, calmando sus heridas, encargándose del terrible dolor en sus costillas que el accidente le había dejado.

-Esa energía- dijo Jared. Jarek miró al grupo.

-¿Todos sintieron eso?- Todos asintieron –Eso es curación…tú nos curaste ¿Cómo es eso posible? Creí que sólo un gran sacerdote podía manejar esa clase de poder- La sacerdotisa esbozó una media sonrisa pero no respondió.

-Janina- le dijo Tomás. La sacerdotisa hizo una mueca y respondió –No es curación como tal. Sigues teniendo tus heridas, toma lo que hice como un poderoso calmante. Esa energía era para dejar inmóvil a ese demonio, aunque seguro hubiese visto eso también. Ese maldito poder de premonición hará todo esto más complicado, aunque no sé por qué se escondió en esa casa en lugar de desaparecer de aquí- Janina apuntó a una de las casas abandonadas de la zona. Era enorme, probablemente tres pisos, y el tiempo no había sido generoso con ella. Ya no quedaba pintura en las paredes y las puertas y ventanas apenas se sostenían en su sitio. Era el tipo de lugar que te hacía pensar que todas las cosas horribles de las películas de terror sí ocurrían. En lugares como ese. A Jared y Jarek la visión de la casa los incomodaba, invocaba la voz de su abuelo pidiendo cautela y contando la historia de Jeremías.

-Sabemos dónde está. Vamos por él- Jarek fue caminando a la casa.

-¡Espera!- le gritó Armán. No puedes ir allí sin un plan. Esto no es una de tus misiones básicas de…- Jared se plantó frente a Armán y acortó la distancia entre sus rostros hasta que Armán retrocedió.

-¿No es eso por lo que estamos mi hermano y yo aquí? Los planes no funcionan con este tipo ¿no es así? El único plan es que lo vamos a mandar de vuelta al inferno. Deja la actitud y haz tu parte. Mi hermano ya ha salido herido y no dejaré que algo peor pase porque tu tiene un palo atascado en el culo. Vamos- Lo último lo dijo para todos. Dio media vuelta y se unió a Jarek camino a la casa.

-Eso estuvo increíble, hermano- le dijo Jarek en voz baja.

-Cállate, Jarek. Odio al abuelo y sus historias. Tengo miedo de entrar en esa maldita casa- Jarek descansó su mano en el hombro de Jared.

-Sabes que te cuidaré, deja el miedo. Concéntrate en odiar al abuelo- Ambos sonrieron.


Remigras apenas podía creer lo fácil que todo estaba resultando. Desde la ventana veía emocionado como sus presas entraban por su propia voluntad a su muerte. Y su objetivo especifico a su nueva vida.

-Jared- susurró.

One Response so far.

  1. Como es obvio, Jared y Jarek, pensando que en realidad están "innovando", van a hacer justo lo que el demonio espera (y ha visto) que van a hacer. Esperemos que a último momento logren burlar su clarividencia... aunque, me pregunto qué querrá con Jared y es medio akjsdnkad pensar en que quizá pueda atraparlo.

    Estaré esperando al próximo cap;
    ¡Hasta la próxima!
    Dan.